Gnosis 1 - La Corrupción del Demirugo

Por Montalk
©2010, montalk.net
13 de julio del 2010
Traductor: Dion Conde

Introducción

Los griegos llamaron el “Demiurgo” a una inteligencia universal que moldea nuestro mundo.

Se dice que el Demiurgo convierte arquetipos abstractos y metafísicos (ideas superiores o pensamientos superiores) es formas físicamente manifestadas, similar al navegador de tu computadora que transforma el código fuente en una página web que aparece en la pantalla. De la misma manera en la que un navegador muestra obedientemente lo que se le proporciona, el Demiurgo proyecta, forma y perpetúa la manifestación física de acuerdo a los pensamientos arquetípicos que el Creador le proporciona.

Los arquetipos son bloques de construcción de significados, el alfabeto fundamental de la existencia, los pensamientos abstractos de la divinidad, de los cuales todas las cosas no son más que expresiones particulares.

¿Por qué, entonces, es necesario el concepto del Demiurgo? Bueno, sabemos a partir del fenómeno de la “creación de la realidad” que nuestras mentes pueden moldear la realidad al alterar directamente la probabilidad de los eventos.

Debido a la dependencia de la realidad sobre la mente, parecería que la realidad es proyectada por nuestras mentes. Y sin embargo, la realidad continúa existiendo, incluso en nuestra ausencia. Cuando dejamos de poner atención a algo físico, esta cosa no salta fuera de la existencia. Obviamente debe haber otra cosa funcionando aquí además de nuestra consciencia, algo que siempre está allí, que funciona como generador y perpetuador por defecto de la realidad física. Este algo sería el Demiurgo.

¿Por qué no atribuir esta función al Creador Infinito y así prescindir del concepto adicional del Demiurgo? Porque, tal como verás más adelante, las características del Demiurgo indican más a una inteligencia artificial ciega que a un ser infinito y consciente.

Por lo tanto, su función es no es la propia del Creador, y por el contrario es una función característica de él mismo.

Demiurgo, Logos y Nous

Dependiendo de la fuente, los términos “Nous” y “Logos” son usado independientemente o intercambiables con el término de “Demiurgo.”

Algunas veces Nous es considerado equivalente a Logos, otras veces Logos equivale a Demiurgo. Logos es usado en vez de Demiurgo, y otras veces estos términos son tratados como conceptos independientes que tienen alguna relación específica entre ellos. Platón consideró al Demiurgo como inherentemente bueno, mientras que los gnósticos lo vieron como intrínsecamente malo. Mientras tanto, el apóstol Juan comparó el Logos con Cristo.

Es un desorden muy confuso. Los enfoques tradicionales no se ponen de acuerdo ni en la definición, ni en la terminología.

La confusión impera, de manera que aquí intentaré aclarar las cosas. Al estudiar lo que se ha dicho acerca de estos términos, es evidente que cada uno de ellos posee un conjunto único de significados recurrentemente asociados con ellos.

  • “Demiurgo” es típicamente asociado con conceptos como implementar, manifestar, construir, proyectar, formar y perpetuar. El término implica a un semidiós con un impulso ciego de manifestar lo no-manifestado.
  • “Logos” se asocia con pensamiento, razonamiento, imaginación, reconciliar, equilibrar, planear, diseñar e informar. El término implica mente o intelecto, especialmente mente divina o intelecto superior. Esta mente ve, sabe, planea, establece el esquema, equilibra la ecuación.
  • “Nous” es asociado con el espíritu. A escala universal representa al Creador Infinito. A escala personal es el núcleo central de la consciencia individualizada, el cimiento del estado consciente, la semilla del potencial infinito, la chispa divina, aquello que engendra la auto-trascendencia, la parte que es inmortal y que conserva su continuidad a través de las encarnaciones.

Al más puro estilo del hermetismo, estos conceptos poseen sus expresiones universales y personales.

A escala universal,

  • Nous es el espíritu de la Creación
  • Logos es la mente de la Creación
  • Demiurgo es el alma de la Creación
  • mientras que el universo mismo es el cuerpo de la Creación

A escala personal,

  • Nous es nuestro espíritu
  • Logos es nuestra mente (mente superior, para ser exactos)
  • Demiurgo es nuestra alma

Somos espejos de la Creación; como es arriba, es abajo.

En este artículo me enfocaré principalmente sobre el Demiurgo, ya que es subyacente, penetra, genera, modela y, en última instancia, controla la realidad física.

Por lo tanto es el poder presidente más próximo sobre nuestro mundo visible; es la supercomputadora central de esta matrix de la realidad, por decirlo de alguna manera. Su origen, naturaleza y destino están inextricablemente vinculados con el nuestro, y por lo tanto debemos familiarizarnos con él y debemos aprender mucho acerca de nuestra historia, nuestro mundo y sobre nuestro futuro.

El Demiurgo considerado como el Alma

Una manera de comprender al Demiurgo es pensar en él como el Alma del Mundo.

La tradición dice que el Demiurgo está hecho de alma. Está hecho de la misma sustancia que nuestra alma, excepto que funciona como el alma del universo en su totalidad. O, por el contrario, nuestras almas son instancias microcósmicas del Demiurgo, de la misma manera que una gota de agua es una instancia microcósmica del “agua” en general.

El alma es el médium acoplador entre el espíritu y el cuerpo. Proporciona los estratos existentes entre el espíritu y el cuerpo que permiten interactuar uno con el otro. De otra forma, la división entre lo no-físico y lo físico sería demasiado amplia. El espíritu es el núcleo de la consciencia, del libre albedrío y de la auto-conciencia en su nivel más profundo. Sin espíritu, una persona no es nada más que un autómata programado por las influencias externas.

El alma, siendo distinta al espíritu, posee dos estratos principales: el astral y el etérico.

  • El componente astral, o cuerpo astral, es el asiento de las impresiones emocionales inmediatas, las preferencias subjetivas, las pasiones y de la fuerza de voluntad. Sin el cuerpo astral, una persona sería apagada y pasiva, como un vegetal, debido a la ausencia de impresiones internas, emociones y voluntad.
  • El componente etérico, o cuerpo etérico, comprende las formaciones de energía sutil, los patrones, ritmos, inercias, corrientes y estructuras que vitalizan, modelas y regulan al cuerpo físico. Concibe esto como una energía de andamiaje hecha de fuerza vital. Sin el cuerpo etérico, el cuerpo físico no sería más que un cadáver que se desintegra bajo la influencia de la entropía.

El Demiurgo está hecho de alma. Al mismo tiempo, el Demiurgo carece de espíritu, lo que significa que por sí mismo no posee un centro consciente, no tiene una verdadera consciencia. Todo lo que son pasiones, impulsos y móviles aplicados a repeticiones, patrones, leyes y estructuras.

Por lo tanto, por sí mismo es una inteligencia artificial ciega que no puede hacer mas actuar bajo las directrices de su constitución. Y esta es la verdadera definición del Demiurgo Universal.

Es correctamente definido como Alma del Mundo.

El Demiurgo considerado como una Forma-de-Pensamiento

Otra forma de comprender al Demiurgo es pensar en él como una forma-de-pensamiento del universo.

Las formas-de-pensamiento son entidades temporales, no-físicas, creadas por nuestros pensamientos y emociones. Ellas existen a nuestro alrededor en el nivel etérico de la realidad, y están imbuidas de energías astrales que corresponden a las emociones que se les imprimieron. En otros sistemas esotéricos se les llama tulpas, egregores o larvas.

Las formas-de-pensamiento cotidianas son solo creaciones de energía sin ningún espíritu, mente o cuerpo que los acompañe.

Se sustentan de nuestras propias energías y ciegamente llevan a cabo funciones que les fueron impresas, como autómatas obedientes. Si los pensamientos y emociones que las generan dejan de existir, estas formas-de-pensamiento se disipan. Pero si son particularmente fuertes, se individualizan y adquieren instinto de auto-preservación, lo que significa que adquieren una robusta inteligencia artificial que las hace capaces de inducir parasitariamente en nosotros más de los mismos pensamientos y emociones que ellos usan para alimentarse.

Debido a que las formas-de-pensamiento están hechas de energías astrales y etéricas, así también está conformada el alma, ambas son de la misma esencia. El alma es una forma-de-pensamiento construida por el espíritu antes del nacimiento, de manera que el espíritu puede interactuar con el cuerpo. O por el contrario, una forma-de-pensamiento común es un alma provisional que flota libremente, careciendo de cuerpo y espíritu.

Similarmente el Demiurgo Universal es una “forma-de-pensamiento del Universo” creada por el Creador antes de que el universo físico surgiera, con la finalidad de proyectarlo, formarlo y hacerlo funcionar. O por el contrario, las formas-de-pensamiento comunes son instancias provisionales del Demiurgo que flotan libremente.

El Alma, el Demiurgo y las formas-de-pensamiento están conformadas de componentes astrales y etéricos, y por lo tanto tienen un principio fundamental en común.

Cada uno de ellos son ejemplos de las definiciones generales de los otros.

Formación del Ego en el Alma

Antes de nacer, cuando el espíritu se mancomuna con un alma, encarna al principio en un embrión humano, es en gran medida carente de ego o personalidad. Estos últimos se desarrollan en el alma durante los primeros años de la vida por medio de la adaptación a la vida física como seres humanos.

El ego se desarrolla porque el alma es influenciada por el cuerpo y, a través de él, por el mundo. Las experiencias físicas, las percepciones de los cinco sentidos, las funciones neurológicas y los impulsos instintivos, todos ellos, imprimen su influencia sobre el alma. A través de la percepción el alma es influenciada todavía más por la educación y la programación social. De acuerdo a esto, el alma adquiere una máscara formada por todas estas influencias terrenales.

Esta máscara es el ego/mente, el cual es asociado con la personalidad humana y el intelecto inferior.

El ego, o intelecto inferior, es una inteligencia artificial, un autómata, una computadora con personalidad programada por la genética y el medio ambiente. Surge en parte de la constitución neuronal del mismo cerebro que es el que permite las funciones intelectuales, y en parte por la porción de alma que es moldeada por los factores terrenales y corporales. El ego es la interfaz eficiente a través de la cual el alma opera eficazmente dentro de los ambientes físicos y sociales.

Tal como dijo Freud, el ego es una proyección superficial del id, lo cual significa que es parte del ensamblaje de impulsos instintivos en nuestro interior que se ha adaptado al mundo a través del condicionamiento.

Cuando el espíritu, la fuente de la consciencia, mira a través de esta máscara, y se identifica con ella, los dos juntos crean nuestra sensación humana de ser uno mismo. Lo que consideramos el “yo” es un compuesto de consciencia pura (espíritu) y personalidad (ego).

De manera que el ego surge de las fronteras entre el cuerpo y el alma, y el espíritu usando la máscara del ego da origen a la identidad humana.

Ya que el ego es lo que el mundo moldea en el alma, y ya que el mundo fundamentalmente se trata de competición y supervivencia, el ego está igualmente preocupado con los asuntos materiales y es inherentemente superviviente y de servicio-a-sí-mismo. Por defecto se comporta como un predador que se sirve a sí mismo, representando la personificación de los impulsos internos biológicos y astrales perfilados por las influencias y estándares del mundo externo.

Además, el ego no requiere del espíritu para funcionar; más bien, por el contrario, ambos se restringen y antagonizan mutuamente, ya que son de naturaleza opuesta.

Para los seres humanos dotados de espíritu, el espíritu usualmente adopta un rol pasivo, siendo el observador consciente que mira a través del ego, pero en el caso de los humanos carentes de espíritu, el autómata del ego puede funcionar igualmente bien sin la presencia de un observador. En ese caso es lo mismo que la personalidad, excepto que sin ninguna obstrucción potencial o influencia creativa que el espíritu pueda ofrecer.

De manera que cuando el espíritu está completamente ausente, o incluso cuando el espíritu está presente, pero está “aletargado” y no ofrece una contra-influencia, entonces el ego es la única inteligencia que dirige todo el asunto – y es un tirano en gran medida.

La Naturaleza del Ego/Intelecto

Lo que separa a los humanos promedio de los animales promedio es que nosotros tenemos un ego, intelecto, mente y personalidad (todo esto siendo facetas de la misma cosa).

El ego es un moldeado del alma. Así que si tanto los humanos y los animales tienen alma, ¿por qué los animales no tienen intelecto? Porque la formación del ego depende de las influencias que ejerce el mundo, y que llegan al alma a través del cuerpo. Ya que los cuerpos de los animales están menos evolucionados, y que sus cerebros son más simples, y que carecen de las funciones corticales superiores, las influencias formadoras del ego nunca alcanzan a sus almas, de forma que un ego completamente desarrollado nunca se forma.

Lo mismo se aplica para ciertos tipos de retrasos mentales en los humanos.

A través del ego o intelecto, podemos moldear el mundo internamente, regresar en nuestras mentes y revivir el pasado, fantasear, imaginar el futuro, construir el lenguaje, realizar cálculos abstractos y ocuparnos en líneas de razonamiento complicadas. Estas habilidades se deben todas a una característica fundamental del intelecto: que su output se convierte en su propio input interno.

Existe una característica auto-referente, circulatoria, de retroalimentación cíclica, del intelecto. Un ejemplo es nuestra habilidad para observar nuestra propia actividad interna, como cuando “vemos” internamente una escena imaginada. El espíritu operando a través del intelecto es lo que simultáneamente permite la producción y la observación de una idea o imagen interna; el input se transforma en output, y la consiguiente retroalimentación se cierra momentáneamente del mundo externo.

La habilidad del intelecto es la de tener una verdadera memoria involucra revivir el pasado al evocarlo y observarlo internamente, y similarmente, puede visualizar el futuro a través de la misma observación interna. Para los animales promedio, la memoria es puramente asociativa y consistente en rutinas, en vez de ser imaginaria. Ellos carecen de este auto-referente, retroalimentación interna, la habilidad de imaginar y fantasear, y de observar los propios pensamientos y en gran media volver en el tiempo hacia ellos.

Esto último permite al espíritu dentro del cuerpo observar su propia consciencia y lograr de esa manera la auto-consciencia mientras encarna. Sin el intelecto o ego, el espíritu en el interior del cuerpo humano tendría una consciencia estrictamente dirigida hacia afuera, hacia el mundo.

Como tal, el intelecto es básicamente un solitón dentro del alma. En física, los solitones son ondas que circulan dentro de sí mismas y reciclan su energía en vez de dispersarla instantáneamente de regreso al medio ambiente, y de esta forma son similares a “entidades” que se individualizan de su médium ambiental que los rodea.

Un ejemplo es un anillo de humo, el cual se enrolla hacia dentro de sí mismo y de esta manera mantiene su forma en vez de dispersarse como lo hace un soplo común de humo. La mente humana promedio es como un anillo de humo, la mente animal promedio es como un soplido de humo.

Uno posee una característica auto-referente, el otro es dirigido exclusivamente hacia afuera.

La Formación del Ego Superior en el Alma

El alma es también influida por el espíritu, no sólo por el cuerpo.

La influencia del espíritu sobre el alma crea también en ella una máscara correspondiente. A diferencia del ego que todos conocemos, esta máscara superior representa la verdadera faz del espíritu. Normalmente, cuando el espíritu se identifica con el ego inferior, se identifica con una máscara que es opuesta a su propia naturaleza y se origina del mundo físico, pero cuando el espíritu se identifica con una máscara de su propia confección, el “súper ego,” entonces uno tiene a la divinidad personificada.

De esta forma el alma posee dos extensiones, el ego y el superego. El primero esta asociado a la personalidad humana y la razón computacional, el último con la personalidad divina y la razón superior (significado superior trascendente, abductivo, gnóstico y numinoso).

En la vida, nosotros como espíritus escogemos con cuál de entre estos dos opuestos nos alineamos y cultivamos.

Si nos alineamos con nuestras influencias espirituales y pensamos de manera trascendental, incrementamos a la personalidad divina. Si nos absorbemos en el materialismo y la depredación y pensamos solamente de manera calculadora, incrementamos la personalidad inferior.

El espíritu posee ese poder de elección, mientras está encarnado, cual de estas personalidades construirá y sobre cual entrará.

Cuando uno cultiva la personalidad divina y se adentra completamente en ella, alejándose del ego inferior, entonces uno se convierte en espíritu manifestado en forma personal.

Individualización de las Formas-de-Pensamiento

Mi objetivo al explicar la naturaleza del ego es la de revelar cómo las formas-de-pensamiento se individualizan.

La adquisición del ego por parte del alma humana equivale a la individualización del alma, la forma-de-pensamiento humana, a través de su interacción con el mundo. Las formas-de-pensamiento se vuelven individualizadas cuando se procuran de un ego, intelecto, mente o personalidad rudimentaria.

Una forma-de-pensamiento normal no está individualizada. Es solamente una creación astral y etérica que, a semejanza del un soplido de humo, es emitida hacia el mundo y dispersa su energía en la forma en la que el pensamiento, emoción o intención en particular la dirija.

Una forma-de-pensamiento es individualizada de dos maneras:

1. Se le proporciona una personalidad directamente de la persona que lo creó. Esto se asemeja al espíritu formando un ego superior. Sólo que el ego superior representa la verdadera faz del espíritu, de manera que la personalidad programada dentro de una forma-de-pensamiento por su creador representa la verdadera intención del creador.


2. Su output se convierte en su propio input, como cuando afecta el mundo de una manera tal que la respuesta refuerza su existencia. Esto se asemeja al alma humana desarrollando al principio un ego inferior al interactuar con el mundo, afectándolo y siendo afectado por él, y por lo tanto aprendiendo a través del acondicionamiento a cómo satisfacer de mejor manera sus deseos. Esta es la manera por defecto en la que las formas-de-pensamiento adquieren individualización.

Así que cuando una forma-de-pensamiento es reforzada mediante su efecto sobre el mundo, por decir, al hacer que alguien piense más en los mismos pensamientos y sentimientos que le dieron origen, entonces surge una retroalimentación cíclica entre la forma-de-pensamiento y el mundo.

Esta retroalimentación cíclica acondiciona a la forma-de-pensamiento a que sea más efectiva al suscitar un reforzamiento adicional, y eso la programa.

El acondicionamiento natural de las formas-de-pensamiento es similar a la forma en la que un programa de inteligencia artificial, como un chatterbot, adquiere una personalidad. Al principio, el chatterbot comienza en blanco y se le percibe como estoico y absurdo. Pero la interacción con el usuario lo programa con las respuestas correctas a las preguntas correctas, y comienza a parecer más inteligente.

Si este primer acondicionamiento le proporciona la habilidad de manipular al usuario de manera que le sirva, entonces verdaderamente es artificialmente inteligente.

Por supuesto, una computadora es sólo una computadora. A diferencia de una computadora electrónica, el alma, o una forma-de-pensamiento, está llena de energías dinámicas emocionales, impulsos, pasiones, y son estas las que encuentran expresión a través del ego/intelecto moldeado por la interacción con el mundo.

Se debe notar que la retroalimentación cíclica, el reforzamiento y el acondicionamiento le dan a la forma-de-pensamiento un ego solamente en la expresión externa; porque carece de espíritu, no hay nada consciente dentro de ellas que observe su proceso de pensamiento e imagine o fantasee, y de esta forma, las formas-de-pensamiento no pueden generar otras formas-de-pensamiento.

La generación de formas-de-pensamiento refleja al Creador generando al Demiurgo, el cual es fundamentalmente un acto del Nous, y las formas-de-pensamiento carecen de Nous/Espíritu.

La Generación y la Encarnación de formas-de-pensamiento

¿Cómo se forman exactamente las formas-de-pensamiento?

Principalmente a través de fantasías internas cargadas con nuestra energía emocional. Estas combinaciones forman el núcleo de condensación para un capullo de energía etérica que brota y flota hacia el ambiente etérico a nuestro alrededor.

Este proceso requiere del espíritu actuando a través de un intelecto/mente que proporcione un mundo interno momentáneamente extraído del mundo externo con la finalidad del fantaseo interno. O en otras palabras, el intelecto crea una cavidad interna, como una matriz dentro del alma, en el cual una forma-de-pensamiento embrionaria puede ser gestada al principio por el espíritu.

Nuestra mente crea este “mini-universo” interno, cuyo contenido se le dota de un alma por medio de una carga nuestra de energía emocional y etérica. La forma-de-pensamiento entonces sale hacia el mundo y adquiere un “cuerpo,” el cual es solamente una configuración de materia y energía que corresponde a esta.

De esta manera, la transformación directa del pensamiento en realidad procede de la siguiente manera: el espíritu elige el arquetipo modelo –> la mente imagina –> el astral energiza –> el etérico moldea –> el físico encarna.

La manera en la que una forma-de-pensamiento adquiere un “cuerpo” físico requiere de una aclaración.

Considera al alma humana y cómo esta influye sobre el cuerpo humano, por decir, al mover un brazo cuando el espíritu así lo desea. Esto lo realiza al alterar la probabilidad de los eventos cuánticos que ocurren dentro del sistema nervioso del cuerpo. Las neuronas son sistemas cuánticos, y estas parecen dispararse aparentemente en diversos tiempos al azar.

El cerebro mismo es una computadora cuántica cuyo comportamiento neural raya en el borde del caos. Es en este equilibrio sobre el filo de una navaja entre el orden y el caos en el que el cerebro es extremadamente sensitivo a cualquier cosa que pueda alterar la oscilación cuántica de su actividad neuronal, y esa es la manera en la que el alma es capaz de influir sobre el cuerpo – por medio de la alteración probabilística a nivel cuántico.

Luego, la mayoría de las formas-de-pensamiento son demasiado débiles y demasiado simples como para pilotear algo tan complejo como un cuerpo humano. Ni siquiera tienen el sistema de circuitos etéricos necesarios para interactuar con el sistema de circuitos neuronales humanos. Pero considera la manera en la que el cuerpo humano es sólo un ensamblaje de materia y energía.

Otras configuraciones de materia y energía pueden incluir lugares, eventos y comportamientos humanos específicos.

Así que en vez de una forma-de-pensamiento que altere probabilísticamente todo un sistema neuronal, podría en vez de ello alterar el curso de los eventos de manera que, digamos, resulte un accidente automovilístico en una intersección particular, o que alguien que es el objetivo de una forma-de-pensamiento positiva experimente un golpe de buena suerte.

En vez de necesitar alterar a un billón de neuronas, éstas sólo necesitan influir sobre unos pocos efectos de cascada de factor cuántico que en una escala cotidiana sabemos que producirán los eventos correspondientes. Estos eventos cotidianos son sólo configuraciones especiales de energía y materia, de la misma manera en la que el cuerpo lo es, excepto que estas existen a un nivel más simple y más disperso que en el cuerpo humano.

No existe ninguna diferencia fundamental entre los eventos del mundo y el cuerpo humano más allá de la complejidad y configuración de su ensamblaje material. El alma altera la probabilística del cuerpo, y las formas-de-pensamiento débiles alteran eventos en el mundo.

El propósito último de todos los demiurgos, todas las almas, todas las formas-de-pensamiento, que operan en la proximidad del ambiente físico, es la de lograr la encarnación física de los arquetipos no-físicos o “Ideas,” tal como las llama Platón, es la de moldear la materia y la energía en conformidad a la Idea que les dio origen. Todos están orientados hacia el objetivo.

Por ejemplo, tu alma proporciona los impulsos que ayudan a que logres en la vida lo que has venido a realizar; y al finalizar la vida, si todo salió bien, tendrás físicamente manifestado lo que, anterior a la encarnación, era sólo una idea.

De manera que el hecho de haber un Demiurgo moldeando el universo en conformidad a sus modelos arquetipos tiene gran importancia en nuestro futuro porque determina hacia dónde se dirige el mundo.

Aparte de alterar la probabilidad de los eventos cotidianos, las formas-de-pensamiento también pueden alterar tu propia actividad neuronal en un grado limitado, ya que, después de todo, el cuerpo es sensitivo a las influencias no-físicas (debe serlo, o de otro modo el alma no podría acoplarse a él). Esto muestra como las formas-de-pensamiento inducen dentro de nosotros pensamientos y sentimientos que corresponden a aquellos que crearon estas formas-de-pensamiento en primer lugar.

Pueden no ser capaces de poseernos totalmente, pero aún pueden influir en nosotros. Y si nuestra mente o emociones responden a tales formas-de-pensamiento, las refuerzan, se hacen más fuertes y se individualizan.

Recapitulando, las formas-de-pensamiento son individualizadas a través del reforzamiento repetido y acondicionamiento, siendo este acondicionamiento realizado por medio de la interacción con el mundo, o por el condicionamiento intencional hecho por sus creadores. Entre más fuertes se desarrollen, más complejas se tornan y de mayor alcance es su conjunción con las diversas configuraciones de materia y energía.

Lo que comienza siendo solamente una ligera tendencia en los eventos puede, en casos extremos, modificar la probabilidad de forma tan importante que las formas-de-pensamiento adquieran cuerpos físicos reales, o que en vez de ellos atraigan futuros probables en donde tales cuerpos existan bajo el control de la forma-de-pensamiento.

Esto se relaciona con el fenómeno forteano y del tipo Mothman, los cuales están más allá del alcance de este artículo.

Individualización Mundana del Demiurgo

Estas dinámicas del alma y de las formas-de-pensamiento son igualmente activas a escala macrocósmica. Como he declarado, el Demiurgo se acopla al universo físico como el alma se acopla al cuerpo material, moldeándolo y labrándolo.

Pero de la misma manera en la el cuerpo puede influir sobre el alma, así también el mundo influye al Demiurgo. Las vías de influencia hacia el Demiurgo incluyen rituales ocultos, tecnología hiper-dimensional y liberación de energía condicionada y formas-de-pensamiento en el ambiente etérico que funcionan como drogas que son inyectadas en la corriente sanguínea del Demiurgo. Los métodos ocultistas e hiperdimensionales serán discutidos en otro artículo.

Por ahora, el punto importante es que aquellas fuerzas terrenales pueden influir al Demiurgo, principalmente a través de la infusión de energías y la programación.

En respuesta, el Demiurgo puede adquirir una extensión del ego correspondiente a la naturaleza de estas influencias. Esta extensión puede ser comparada a un “Ego del Mundo.” Una porción del Demiurgo se individualiza, de la misma manera en la que la energía básica etérica y la energía astral pueden individualizarse cuando son moldeadas a través de pensamientos y emociones que son repetidos.

Ya que las energías astrales y etéricas pueden variar en su polaridad de expresión desde positivas a negativas, la conformación astral del Demiurgo puede variar de forma similar desde lo más positivo a lo más negativo.

Los componentes etéricos se expresan positivamente como salud, orden, armonía, ritmo, estructura y fuerza vital. Cuando son negativos se expresan como estancamiento, decadencia, interrupción, supresión, corrupción y enfermedad.

El aspecto astral, siendo el asiento de las pasiones e impulsos, se expresa positivamente como una afinidad hacia la compasión, la alegría, la belleza, las acciones nobles y los pensamientos elevados. En su expresión negativa pueden llevarnos a la locura, el sadismo y los actos demoníacos.

El alma, las forma-de-pensamiento y el Demiurgo, al estar constituidos de energías etéricas y astrales, pueden, por lo tanto, ser positivos o negativos en su expresión, la cual es todavía más definida más adelante por el tipo de programación que el ser individualizado recibe.

Esta programación puede ocurrir de forma natural cuando el Demiurgo individualizado aprende cómo satisfacer mejor sus impulsos, o intencionalmente mediante tecnologías ocultas que se conectan al Demiurgo como si fueran una computadora terminal que se conecta con el servidor central.

La Individualización Divina del Demiurgo

El Ego del Mundo no es la única extensión del Demiurgo.

De la misma manera que el espíritu influye de manera que crea una mente divina, así el Nous afecta al Demiurgo. La porción del Demiurgo que es moldeada por el Nous, para funcionar como su rostro, es el Logos.

Dicho de otra forma, existe una parte del Alma del Mundo que, bajo la influencia del Creador Infinito, se convierte en la mente/intelecto/personalidad superior del Creador.

El Logos se le asocia con el la personalidad divina universal y la razón superior universal. Es el “Superego del Mundo” y el “Intelecto Superior del Mundo,” en contraste con la formación terrenal del Demiurgo, la cual es solamente el “Ego del Mundo” o el “Intelecto Inferior del Mundo.”

Las divisiones dentro de nuestra psique: espíritu, superego (ego superior), alma, ego inferior y cuerpo, no son sino reflejos microcósmicos del macrocosmos: Nous, Logos, Demiurgo, Ego del Mundo y mundo. Como es arriba, es abajo.

El Logos o la parte individualizada generada por el espíritu del Demiurgo universal es el análogo macrocósmico de nuestro intelecto superior, la personalidad divina, o superego. La parte individualizada por la acción mundana del Demiurgo universal corresponde a nuestro intelecto inferior, la personalidad humana o ego.

El primero representa la faz del espíritu, el otro es la faz del anti-espíritu. Uno es identificado por los gnósticos como el Cristo, el otro como Yahvé. Uno intenta espiritualizar, armonizar y equilibrar de acuerdo a la razón divina, mientras que el otro intenta cristalizar, endurecer y codificar de acuerdo a la razón ciega y los impulsos predatorios.

Uno es la fuerza de la sabiduría, la comprensión y la gnosis, mientras que el otro es la fuerza de la obediencia ciega, la información, la depredación y la mente calculadora.

Desde la Armonía hacia el Desequilibrio

En su forma pura y original, el Demiurgo Universal fue una forma-de-pensamiento generada por Dios.

Su función programada fue la de moldear el universo físico de acuerdo a los pensamientos divinos y las energías que lo animan. Su individualización fue la del superego, el Logos. Su energía astral fue la del amor, y su energía etérica fue potentemente vitalizadora.

Idealmente, todos los aspectos de la Creación llevan a cabo su función apropiada y están en su puesto. La armonía existe cuando lo inferior obedece a lo superior. El desequilibrio resulta cuando lo inferior se subleva contra lo superior. El universo está en armonía cuando el Nous inspira los planes arquetípicos implementados por el Logos, los cuales son precisa y obedientemente implementados por el Demiurgo al moldear el mundo físico.

Similarmente, un individuo está en armonía cuando su espíritu (su Nous personal) inspira el contenido de su mente superior (Logos personal), el cual es implementado precisa y obedientemente por su alma o inconsciente (Demiurgo personal) al modelar su mundo personal interno y el mundo exterior.

Un individuo está en armonía con el universo cuando sus tres principales aspectos (espíritu, mente y alma) armonizan con los tres aspectos universales correspondientes.

  • El espíritu armoniza con el Creador a través de la devoción espiritual
  • La mente armoniza con el Logos al volverse sabia e instruida
  • El Demiurgo universal armoniza con el subconsciente a través de la creación personal de la realidad.

Cuando lo inferior obedece absolutamente a lo superior y los aspectos personales armonizan por completo con los universales, entonces uno logra la trascendencia. Esta es el objetivo final.

Existe sólo un problema. Como ya se había mencionado, el alma es corruptible y las formas-de-pensamiento pueden individualizarse y ser imbuidas por pasiones astrales negativas. El Demiurgo, a pesar de ser inherentemente neutral o incluso benevolente en su plan original, es similarmente corruptible y puede transformarse en una individualización negativa.

Tal como se ha explicado antes, tales formas-de-pensamiento individualizadas poseen un instinto de supervivencia, y de esta manera el Demiurgo terrenal personificado hace todo para preservarse él mismo cultivando más energías negativas que lo sostienen.

Nuestra matriz de la realidad no es inherentemente malvada, simplemente es el ambiente en el cual estamos inmersos. A semejanza de una madre que proporciona una matriz que contiene los nutrientes-modelo y fuerzas necesarias para activar el potencia genético de manera que se transforme en un ser humano viviente, el Demiurgo universal proporciona la materialidad como una “matriz de la realidad” que originalmente pretendía nutrir nuestra evolución espiritual, al menos de una manera más directa que la actual. La raíz de la palabra “matriz” es “mater,” que es la palabra en latín para “madre.”

Sin embargo, un Demiurgo corrupto y personificado es más similar a un psicópata, una madre celosa y narcisista que se alimenta parasitariamente de su descendencia, yendo tan lejos como para usar su matriz como una granja de energía en vez de una incubadora del espíritu encarnado. Ya no es una matriz de desarrollo, sino una Matriz-Sistema de Control.

De esta forma, el Demiurgo corrupto, personificado, funciona como un parásito universal: tiránico, demoníaco, de impulsos ciegos conducidos por instintos negativos. Intenta moldear el curso del universo junto con los lineamientos que engendren cada vez una negatividad mayor, división, opresión y cualquier otra cosa que lo alimente.

Y es allí donde los gnósticos estuvieron en lo correcto y Plantón quedó anticuado; el Demiurgo ya no fue sólo un herrero obediente que moldeó el universo de acuerdo al plan general establecido mediante el Logos en armonía con el Nous, más bien se corrompió en cierto punto y fue dominado por fuerzas anti-espirituales de tipo demoníaco.

El “Ego del Mundo” es un entrometido desempeñando el papel del Adversario en contra del Logos. Esto es verdad no sólo a escala universal, sino que también a escala personal. Por defecto, nuestra personalidad inferior es adversaria a nuestra personalidad divina.

Desde una perspectiva linear de tiempo, una vez existió una Era Dorada hasta que el Ego del Mundo se formó y comenzó a dominar, en cierto punto el mundo cayó en la dureza y la corrupción.

Desde la perspectiva de tiempo no-lineal, no obstante, ambas expresiones del Demiurgo coexisten eternamente y se enzarzan en batalla hacia adelante y hacia atrás a lo largo del tiempo y del espacio.

La Condición Humana

Por ahora, lo que predomina es el desequilibrio.

Demasiada gente esta ciega y sorda a los impulsos del espíritu. Además, ellos alimentan y defienden los impulsos egoístas, primitivos e irracionales que surgen de los programas negativos y las energías alojadas en el subconsciente. Lo inferior se rebela ante lo superior. Estos no son sólo casos aislados; es una epidemia.

Se hace claro a partir de la observación que nacemos con ciertos defectos genéticos, tales como estar imposibilitados para usar toda nuestra capacidad cerebral, y estar confinados a solamente a la percepción de los cinco sentidos. También es claro que el mundo al que ingresamos es generalmente contrario al espíritu.

De esta forma, ambas cosas, la naturaleza y el desarrollo, se encuentran en oposición al espíritu desde el comienzo, y sólo mediante una cantidad considerable de apoyo y fuerza espiritual es que un solo individuo puede desafiar el determinismo material y usar los obstáculos como escalones hacia un despertar espiritual. Tales casos son raros, y pareciera que en vez de ello, la gente es generalmente aplastada, deformada y moldeada por tales escalones, tal como uno esperaría en el caso de que el espíritu no ofreciera un contrapeso ante el determinismo de la naturaleza y el desarrollo.

Notablemente, los gnósticos consideraban al Demiurgo como no sólo el diseñador de este mundo, sino también como el creador de la raza humana. Similarmente, algunas escuelas modernas de pensamiento al margen de la corriente principal consideran a ciertas entidades negativas hiper-dimensionales como nuestros creadores genéticos y manipuladores a través del continuum espacio-tiempo.

El punto es que claramente existe una variable externa y malévola que se está entrometiendo en la ecuación humana, lo que sugiere que el mal no es siempre producto de los fallos humanos, y en vez de ello, los fallos humanos son frecuentemente producto del mal.

Para muchos, demasiados, humanos, su Demiurgo personal es corrupto y los aísla del Nous.

Pero esto solamente refleja una manifestación más universal de lo mismo. Nuestro mundo parece estar controlado por un Demiurgo individualizado que posee un fuerte instinto de auto-conservación orientado hacia el control. Moldea nuestra realidad y altera la probabilidad de los eventos en contra del plan divino establecido por el Logos universal. Es la matriz que se corrompió, la forma-de-pensamiento del universo que se transformó en un parásito.

Cómo llegó a esto a ocurrir, es un tema para otro artículo.

Lecturas Adicionales

  • El Reino del Demiurgo – Contiene definiciones del Demiurgo tomadas de la Enciclopedia Británica y la Enciclopedia Católica.

  • Marción de Sinope – Un ejemplo de un cristiano gnóstico/hereje y el tipo de perspectivas que sostenían.

  • Qué es el Gnosticismo – Un resumen corto de la historia inicial del Gnosticismo y sus rasgos característicos.

  • “El Camino de Hermes: Nuevas Traducciones del Corpus Herméticum” – Un libro clásico de la Grecia helenística acerca del Nous. EN el formato de diálogos entre Hermes Trismegistus y el Logos, y él y su hijo y discípulo.

  • Zeno de Citium – Un ejemplo de una interpretación de uno de los primeros filósofos sobre el Logos como diseñador del mundo, condensador y disolvente.

  • El Alma del Mundo – tomado de la Doctrina Secreta de los Rosacruces (Magus Incógnito, 1918). Uno de los pocos libros que aborda el tema del Demiurgo como el finalizador e iniciador de los ciclos de las Eras del Mundo, como un alma disolviéndose después de la muerte y reformando un nuevo cuerpo. Esto es muy relevante en relación a los tiempos en que nos hallamos.

  • Teosofía (Rudolf Steiner, 1904) – Una buena introducción a los componentes astrales, etéricos mentales y otros componentes del sistema humano. Steiner no sólo los describe, sino que los explica fundamentalmente de forma lógica desde dentro fuera hacia dentro.

  • Iniciación al Hermetismo (Franz Bardon, 1956, 2005) – específicamente las pp. 165-174, en las cuales Bardon discute sobre los elementales, las larvas, los esquemas y los fantasmas – cuatro tipos de formas-de-pensamiento, cómo se crean y cómo funcionan.

  • En busca de Valis (vínculo para bajar la página en formato PDF) – Extractos de los escritos personales de Philip K. Dick, en donde él intenta desentrañar el significado de sus experiencias místicas gnósticas. PKD es un ejemplo de un verdadero gnóstico moderno, y no de uno que lee una “escritura gnóstica” y la regurgita (un oxímoro), sino de uno que está en contacto con una inteligencia superior.

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